Este libro no está hecho para ser leído: este libro está hecho para acudir a él con asiduidad, como se acude a un amigo que comparte secretos y confidencias, o como se acude a un sabio capaz de comprender y expresar lo que sienten los callados. Si uno pide entender, encontrará en él el esclarecimiento; si busca el juego de la emoción, saldrá conmovido de sus páginas; si lo que necesita es la ebriedad del humor y del amor sin vino, lo tendrá en unas palabras limpias, que desprenden el fulgor de la más hermosa poesía. La finalidad de este libro es, por lo tanto, la de ser un libro de cabecera, de esos que acompañan a lo largo de una vida, de esos que tienen respuesta para cada momento de una vida. Este volumen ofrece una selección de poemas y fragmentos de cartas de Emily Dickinson pasados por el talento como lectora y escritora de Nuria Amat. El resultado es un conjunto de textos de impresionante altura lírica en el que se dan en estado puro, intocado, el espíritu de la obra y la genialidad de la poeta de Amherst y la letra fresquísima, increíblemente atinada y, al tiempo, asombrosamente libre, y hasta licenciosa, de quien hoy representa a lo más pujante y original de la narrativa española. El cruce de ambas autoras depara una química difícil de describir, pero que parece tan natural como si procediera de un único elemento, como si fuera de una sola pieza. La mágica coloración de estos textos, sin precedente en ninguna otra versión al español de los poemas y cartas de Emily Dickinson, se debe, pues, a que confluyen en ellos, como dos gotas de tintas distintas, pero muy nítidas y transparentes, dos personalidades que se reconocen más allá de su feminidad y más allá de su sensibilidad, en un único canto a lo humano, que no elude la irreverencia, el descaro o la misma rebeldía, al tiempo que honra la modestia, la verdad de lo que es pequeño o la mansedumbre.